La doctora australiana Nada Abu Alrub comparte esto desde dentro del Hospital Al-Shifa en la ciudad de Gaza, donde está haciendo voluntariado: "Vemos lo que las películas de terror no se atreven a mostrar: abdomens desgarrados, extremidades perdidas, cerebros expuestos, ojos destruidos, niños quemados vivos. La mayoría proviene de los llamados sitios de "ayuda humanitaria", zonas de hambruna convertidas en trampas mortales. Los jóvenes arriesgan todo por una bolsa de harina, solo para regresar con un disparo en la cabeza, el cuello, el pecho. Francotiradores, balas ilegales desgarrando sus cuerpos. La mayoría tiene menos de 25 años. Son desnutridos, luego masacrados en los mismos lugares destinados a alimentarlos. Este es un chico de 16 años con una bala en su cerebro, disparado en el sitio de la Fundación Humanitaria GHF de Netzarim Gaza. Esta es Gaza. Y ninguna palabra, ninguna pantalla, ninguna distancia puede llevar el peso de lo que se está haciendo a su gente."