Alguien me acaba de decir: “Candace dijo que se detendrá si Erika se lo pide.” Vaya. Es genial que, como viuda, tengas que interrumpir tu proceso de duelo por tu esposo asesinado para dirigirte a una narcisista lunática que exige atención. Y encontrar una manera de hacerlo con la gracia de Cristo. Es increíble cómo los narcisistas crean sus propias reglas en las que no se te permite ignorarlos o simplemente orar por ellos. Incluso cuando tu esposo acaba de ser asesinado. Eso es genial.