Tomé en serio la promesa de @elonmusk. Contacté al equipo legal de X, tuve varias reuniones, me prometieron su apoyo, pero luego su abogada (con pronombres en el pie de su correo electrónico) comenzó a ignorarme a mí y a mi abogado. Al final, aún gané el caso principal contra SINTEF en Noruega, pero estoy atascado con seis cifras en costos legales. Confié en la palabra de Elon, no habría demandado sin ella. Una promesa rota, después de ser despedido por ejercer la libertad de expresión en esta plataforma.