El mayor problema de invertir en Tesla no es que la compañía no haya generado un flujo de caja que respalde su capitalización de mercado, sino que la mayoría de los inversores a largo plazo están apostando por las perspectivas de la primera empresa de IA del mundo. Esto implica un cierto nivel de riesgo. Musk y Tesla están demasiado entrelazados; los inversores no solo deben preocuparse por sus declaraciones exageradas y por la posibilidad de que tenga conflictos con el gobierno, sino también por su salud personal y si podría enfrentar eventos imprevistos como un atentado. Realmente, para que grandes capitales entren, hay que esperar a que las historias de FSD y los robots estén completamente desarrolladas y comiencen a generar flujo de caja positivo.