A veces no hay palabras para describir la avalancha de emociones que vienen con esta noticia, pero si hay una palabra, sería destrozado. Destrozado por la pérdida de un amigo. Destrozado por la pérdida de un maravilloso esposo para Erika y de dos hermosos hijos. Destrozado porque se ha apagado una luz tan brillante. Tu trabajo continuará. Nos aseguraremos de eso. Descansa en paz, amigo mío.