Si quieres reactores nucleares de alta densidad de potencia en gravedad cero, necesitas una transferencia de calor eficiente. El metal líquido en ebullición es lo mejor que puedes conseguir. Aquí hay algunas geometrías de tubos de caldera estudiadas por Pratt & Whitney en 1964 (un 🧵). Primero: el tubo serpentino.
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