En la reunión anual de banqueros centrales de Jackson Hole, el intento de Trump de controlar la política monetaria se convirtió en un tema potencialmente importante. Estas amenazas hicieron que los funcionarios de la Reserva Federal caminaran con cautela entre defender su propia institución y evitar un enfrentamiento político directo. Cuando se les preguntó sobre la independencia de la Reserva Federal, las respuestas de los funcionarios fueron extremadamente diplomáticas.