La trayectoria de Intel confirma una antigua verdad en la industria tecnológica: incluso las empresas más poderosas pueden caer desde la cima. Después de la salida del ex CEO Grove, quien llevó a la compañía a la disrupción, Intel ha ido perdiendo gradualmente su ventaja competitiva, perdiendo oportunidades en la revolución de los smartphones y la inteligencia artificial, y su capacidad de fabricación de chips ha ido en declive. Este es también el destino de muchas empresas tecnológicas en Silicon Valley.