Expulsar a cualquiera que no estuviera dispuesto a mentir sobre la realidad y castigar a aquellos que no quisieran unirse era, sin duda, una característica y no un error de este movimiento; el efecto de selección ha producido una clase dirigente compuesta exclusivamente por aquellos desprovistos de integridad moral e intelectual que pueden ser doblados a cualquier propósito. Para obtener una sanción generalizada para desmembrar los cuerpos sanos de jóvenes que han sido lavados de cerebro para anhelar ser desmembrados, las clases gobernantes y parlantes americanas tuvieron que separarse de su humanidad. La facilidad con la que se logró esto, sin gulags ni multitudes violentas, solo con un puñado de recompensas y castigos distribuidos a través de la manipulación del lenguaje moral, es un estudio de caso en el fracaso de la élite.