Los productos comienzan a volverse gradualmente baratos. Antes había buenas ideas, otros las tenían. Pero tú tomas la decisión de implementarlas, de buscar personas, recursos, de ejecutar, de hacer, en este camino ya has eliminado al 90% de las personas. De ese 10% restante, el 80% fracasa por diversas razones. Solo queda el 20% que sobrevive hasta que llega un cambio. ¿Un buen producto puede difundirse? Sí, pero también debe aprovechar la situación o incluso crearla. En la era de la IA, no faltan las ideas, ni la ejecución; cada persona tiene ideas todos los días, puede llevarlas a cabo, e incluso hay diversas plataformas que les ayudan a realizarlas. En una sola APP se pueden crear miles de aplicaciones, cada persona es un desarrollador. Entonces, ¿qué necesitas? ¿Necesitas que una plataforma distribuya tráfico? ¿Necesitas gastar dinero en publicidad? Esta era es la era del individuo, es la era del marketing de vibra. Es un tiempo en el que si tienes el control del tráfico, del ámbito privado, o de la influencia personal, puedes seguir vendiendo constantemente. Debemos ser como los agricultores, cuidando un terreno y cultivándolo. Antes el terreno podía ser un producto, ahora el terreno es tu propia influencia de marca personal.