Nick Fuentes, uno de los extremistas a los que Trump alguna vez le guiñó un ojo, ahora está diciendo abiertamente lo que se pensaba: “Trump está acabado... nos traicionó... solo fue un trampolín... la verdadera batalla es en 2028.” Cuando tu propia base radical declara que tu presidencia está muerta al llegar, el colapso ya está aquí.