Estos registros, si son auténticos, parecen poner a descansar teorías de una conspiración más amplia de trans furry, antifa o groyper especuladas tanto por la derecha como por la izquierda. Se presenta como una disfunción de salud mental esquizoide bastante común de la Generación Z, y por esa razón, en cierto modo, es realmente más aterrador, ya que muestra que tal disfunción común puede culminar en asesinato.